La prontomania es lo que hoy definimos como un estilo de vida rápido.
Nos hemos acostumbrado tanto a este estilo de vida, tan rápido que no nos damos cuenta de que no priorizamos, y lo peor de todo, dejamos de vivir.
¿Quieres saber si padeces prontomania?, mira estos ejemplos
- Vas caminando en un mall y los que van delante están en “modo paseo” (válido están en el centro comercial para distraerse no en una carrera)
- Solicitar algo y enfadarnos por no recibirlo en el tiempo “que uno lo haría”, con lo cual terminas haciéndolo tú.
Pensamos que por ir más rápido todo saldrá mejor, y es un error, vamos tan frenéticos, que no coordinamos y no avanzamos como pensamos que lo estamos haciendo y hasta cometemos errores que al final se convierte en demora.
Y la causa cuál es, la prontomania. Saltamos de una tarea a otra, porque para ayer es tarde. No señores hay que hacer una parada, respirar y priorizar. Practicar el aquí y ahora.
La Prontomania te hace dudar de lo importante en tu vida, parece que en nuestras vidas ya sólo tiene cabida lo Urgente.
Combatirlo es muy sencillo, solo basta con que reconozcas que no estás viviendo el momento, por querer ir más rápido. Recuerda no hay que llegar primero, hay que saber llegar.
¿Cómo puedes superarlo? Te invitamos a implementar estos cambios en tu rutina y notarás la diferencia
- Prioriza, elabora una lista de todas las tareas fijas y lo que se va sumando en el camino, asígnale un orden y fecha de caducidad. Utiliza una herramienta digital que te permita visualizar todas tus tareas y el orden en el que las irás cumpliendo una a una.
- Aprende a decir que no, esto nos cuesta a todos, pero es muy importante que aprendas a decir que no. Si no tienes tiempo, si tienes la agenda llena y no vas a poder cumplir, correr, estresarte y generar ansiedad no es la solución.
- Delega, no todo lo tienes que hacer tú, de seguro tienes compañeros y/o colaboradores tan capaces como tú de llevar a cabo esa tarea, confía y suelta.
- Establece horarios de trabajo (estructura), va muy ligado con el punto 1, si logras estructurar tus tareas y colocarles fecha de caducidad, aprenderás a respetar tus horarios de trabajo.
- Desconéctate y disfruta el momento, sí como lo lees. Aprende a desconectarte, a disfrutar el tiempo para ti, una salida a cenar, al cine, reuniones con la familia y amigos que hace mucho no veías, sin que tengas el celular en la mano.
“Tanta prisa tenemos por hacer, escribir y dejar oír nuestra voz en el silencio de la eternidad, que olvidamos lo único realmente importante: vivir”. Robert Louis Stevenson